LOS JUEVES UN RELATO: CELEBRACION CON EL NUMERO CINCO.



En el campo se vive más, se piensa menos.
Se sabe cuando soplará el viento porque los pájaros del monte, andan alborotados.
El río trae rumor de lluvia y aprontamos la toldería para proteger a los terneros recién nacidos y sabemos del temporal, antes de que lleguen las nubes cargadas de rayos y centellas.
El invierno termina cuando las ovejas ya han parido todos los corderos y el verde del potrero chico, ha tornado blanco.
En el campo se vive y se sabe, por conocimientos ancestrales que se aprenden a medida que vamos creciendo con nuestros hermanos mayores o recorriendo el campo con el padre, en un petiso viejo y manso.
En el campo, fui concebido bajo las estrellas.
-Vamos mi gringa, no te hagas rogar, que quiero que venga el varon, pa'que me ayude en las tareas.
Y mi madre, se dejaba hacer hijos bajo las estrellas, que juntos contemplaban sintiendo amor, después del amor.
Y así fueron naciendo hembras. Hermosas, rozagantes y fuertes, una tras otra: Azucena, Dalia, Margarita y Rosa.
Y siempre la noche terminaba igual:
- Que son cinco las estrellas de la cruz del Sur- decía mi madre.
- Que no,  Engracia, que son cuatro, que me lo dijo el Anselmo el otro día en el pueblo, hablando de lo eclipses y él gusta de leer las enciclopedias.
Y en noche de celebraciones, cuando vino la misión al pueblo y anduvo de visitas por las estancias, mis padres decidieron compartir otra noche bajo el negro manto falto de luna, buscando estrellas. Así fui concebido y tan sorprendido mi padre quedó cuando nací por ser varón, que no atinó a ponerme otro nombre:
-Cuinto- le dijo al funcionario encargado de anotarme en los libros del juzgado y darme vida civil- como decía mi madre, contando los días del mes.
Ni mi abuela italiana ni mi padre, se enteraron nunca que quinto, se escribía con Q.
Es que la gente en el campo es de tener educación por parte de padres, aunque sepa poco de reglas gramaticales.  Si muchas veces no se ha pasado de cuarto de escuela ni de la kermesse, cuando viene la misión.

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Comentarios

  1. Me despierta una ternura inmensa. "No hay quinto malo", decimos por acá.
    Un beso

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  2. Una fotografía del campo preciosa, así como el texto sobre el campo, y es que no hay más sano que disfrutar al aire libre de la naturaleza, siendo acariciada por la brisa escuchando a los animales alborotados.

    Besos.

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  3. La vida del campo, suele ser idílica por sus tranquilas y calmadas horas. por el olor a tierra, seca o húmeda. por sentir la Nanturaleza, debajo los pies. en estrecho contacto siempre. Ha que vivirlo.
    Un saludo muy cariñoso.

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  4. Que tierno y sano texto nos has dejado y además que sí , las gentes del campo son sanas , nobles y su cultura viene de pasar tiempo en la naturaleza y observar como el día cambia y los pájaros van y vienen depende de las estaciones , y como no ese hombre rural que quiere tener un macho para que sea él que le ayude en las tareas .
    Gracias por compartirlo con tod@s . Un saludo y feliz semana.

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  5. Una historia sencilla y entrañable, escrita con poético encanto. Un placer leerte, Cass, como siempre.
    Un fuerte abrazo

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  6. Sin embargo Cuinto me suena como un hermoso nombre ,me recuerda de un paisano de mi pueblo que cuando nacio su hijo se fue a caballo para anotarlo con el nombre que le dio su mujer, en cada casa lo invitaban con vino para felicitarlo, cuando llego al pueblo se equivoco de nombre!

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  7. Me encantó ver el nombre de mi hija (Margarita) y de pasar a festejar los 5 de El Demiurgo 👌... Saludos!!

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  8. Contemplando esa hermosa constelación "Prendedor sobre el pecho de la noche turgente" en palabras de Pablo Neruda, concibieron 4 hembras, tantas como estrellas tiene, pero les faltaba el varón. Después haciendo bueno el refrán de que no hay quinto malo, vino el protagonista de tu historia. Las gentes del campo están dotadas de un saber ancestral fruto de su comunión con la
    Naturaleza, aunque no sepan que Quinto se escribe con "q".
    Un fuerte abrazo, Vivian.

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  9. Qué bonita historia. Me ha inspirado paz , ternura y sencillez.
    Un abrazo

    Maribel

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  10. Una historia sencilla, de gentes sencillas pero con una ternura y un amor!! Llega al alma por su ternura, a mi tan vinculada a la tierra estas historias me encantan, besos.

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  11. La fotografía invita a ir recorriendo la escena en el tiempo, es de una gran ternura el relato, muy bueno
    Un abrazo, Vivian

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  12. ¡Hola! Tu relato me dado mucha ternura. Tiene una sencillez que encanta mentras vas contado un poco de la vida de esos campesinos, preciosa la forma en que está narrado.

    ¡Un abrazo!

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  13. Es tremendamente tierno.
    Sencillo. Vital.
    Simplemente, esencia.

    Un beso.
    Mag

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  14. Leí tu relato al poquito de publicarlo pero he querido esperar hasta ahora para poner mi comentario.
    Me ha encantado tu relato, desprende ternura, el sabor auténtico e intenso de las cosas sencillas, de la vida tranquila en el campo y ese amor a la luz de las estrellas. Y todo ello escrito con un arte envidiable.
    Mi enhorabuena sincera por este relato.

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