LOS JUEVES UN RELATO: DIAS DE OTOÑO
Tiempo de ciruelos en flor. De abejorros inquietos. De cometas que corren vientos y los rescatan para sus colores. Tiempo de anuncios de verano, que perezoso se intuye aquí en mi tierra.
¡Qué rápido pasa el tiempo! ¡Con qué velocidad avanzan los números de los calendarios, oyendo el imperioso Tic Tac.
Parece que fue ayer: las hojas caen con un envejecido verdor, acunando pequeños soles, que oscurecidos van, de dos en dos, tapizando la vereda. Me parece oir todavía la delicadeza de su caída, mientras jugosas mandarinas, se deshacen en mi boca, ácidas, prepotentes, olorosas, dejando su memoria en todo lo que tocan.
Para mi el otoño es bello, prometedor, pregón de un invierno hogareño. ¡Es tan dulce! Se lleva tan bien con mi ánimo...
Toca ahora el renacer de la naturaleza, despistado por tanto cambio climático, como yo en este momento. Mis coordenadas se modifican y con ellas reverbera tanta emoción cobriza, dormida en la piel, dorada todavía por el sol, crujiente el piso bajo mis pies.
Me recuerdo comiendo esas ricas mandarinas, ácidas, prepotentes, olorosas...
Melancolía hecha palabra. Precioso.
ResponderEliminarBuenas Vivían , que lindo es leer que tan bien te gusta el Otoño , creo que todos los relatos que voy leyendo se asemejan mucho , coincidimos de los colores , los olores , y los cambios que esta estación nos ofrece , aquí también es época de mandarinas y como tú dices algunas todavía están un poco ácidas pero que ricas ...me encantan y las naranjas más .
ResponderEliminarPor cierto , esas cometas verlas volar por las ráfagas de viento en muy lindo te hace volver a la infancia .
Un fuerte abrazo ..te deseo feliz tarde.
Mira que lindo recuerdo, muy tierno y apacible
ResponderEliminarMira que lindo recuerdo, muy tierno y apacible
ResponderEliminarUna inteligente forma de describir las sensaciones sobre el otoño. evocando los recuerdos de la niñez. y los sabores y los olores.... Un acierto, de veras. Besos amiga-
ResponderEliminarSupongo que justo llega la primavera a tu Uruguay. Y podras cambiar las mandarinas por cerezas, es que yo soy más de frutas de verano....me encanta la sutileza como describes, besos.
ResponderEliminarY es que todo tiene su momento... Mientras para unos nos desnudamos de hojas... Otros se visten de primavera.
ResponderEliminarMandarinas... de rama y sin ella... con jugo... que se llena la boca.
Un beso.
Jugosos y aromados tus recuerdos y sensaciones, bastante confundidos, por cierto, por estos cambios en el clima que vemos todos salvo algunos necios que aún insisten con que todo se irá acomodando por sí mismo.
ResponderEliminarTe mando un fuerte abrazo entre hojas doradas de otoñales rastros.
=)
Una de las frutas que más me gustan, las mandarinas. Yo prefiero la primavera, aunque no hay que negar, que el colorido es precioso.
ResponderEliminarUn abrazo
Es un encantador relato. Y tienes razón, es una estación tan hermosa, y propicia para recordar, descansar y disfrutar de las remembranzas entre esta maravillosa y colorida estación.
ResponderEliminarAbrazo!
Buena definicion de otoño, y corta.
ResponderEliminarBesos de mandarinas.
Una descripción espectacular llena de ternura y recuerdos. Un beso.
ResponderEliminarMe encantó tu otoño, en ella he disfrutado del olor de las mandarinas, de los ciruelos en flor y esos abejorros inquietos que describes en tu entrada.
ResponderEliminarBesos.
Me deja sabor a fruta fresca tu entrada. Me encanta el otoño. Las mil y una tonalidades que la Naturaleza adquiere mientras deja atrás su vestido viejo y ya caduco, preparándose para lucir orgullosa en todo su esplendor en una nueva primavera. Renovarse o morir, ya sabes. Y el otoño, que duda cabe, es tiempo de renovación.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Sabor a mandarina... rico.
ResponderEliminarCoincido en ese sabor de otoño, previo a esa deliciosa intimidad del invierno,
Besos, amiga.