(acuarela, recreación de la calle de los Suspiros, Colonia del Sacramento, Uruguay) En tus callejas de barro y piedra, en tus tejas y tus santaritas, en tus ventanas que esconden secretos y en tus balcones, que exhiben impúdicos, viejas historias de amores viejos, me reconozco, me encuentro, me pierdo, me asomo. Vuelvo a ser niña, camino al sur del sur, junto al río, cerca de la estación de trenes, donde por aquel entonces, alguna Penólepe soñaba con el amor. Los trenes no regresaron, los turistas cruzan en el ferry, desde la otra orilla. Los europeos, buscan en tus plazas, la paz y el sosiego, sin saber muchas veces, que están en suelo charrúa, suelo de paz y brazos abiertos. ¡Ay! callecita perdida, mi calle de los Suspiros. Todavía juego a la rayuela en tu angosta vereda, cuando nadie me ve, cuando nadie me escucha, mientras el tren silva a lo lejos, tan lejos, como los recuerdos. .......................... Más relatos en lo de Nieves.