"Da temor pensar, que mi casa, mis recuerdos, objetos, colecciones y amuletos, puedan perecer vertiginosamente, en manos del fuego. ¡Qué dolor, quedar desnudo, vacío, a la intemperie! Y sin embargo... ¡Qué sanador, qué desafiante, qué purificador! Comenzar de cero, construir un mundo nuevo, sin tantos apegos, sin tantos adornos, sin tantas vanas necesidades." Eso pensaba Elisa, subyugada por los rojos, violetas, azules y verdes de unas hipnóticas llamas, a resguardo de las chispas traicioneras, mientras contemplaba la cremá . Un mundo desconocido se abrió a sus ojos ese mes de marzo, cuando por primera vez, acarició las aguas del Mediterráneo y danzó al ritmo de los tambores falleros. Un universo tan bello, tan multicolor, pleno de mensajes y caricaturas, ardía a pleno fuego en el reflejo de muchas lágrimas infantiles, las de esos niños que aprenden desde pequeños, que el fuego purifica, libera, renueva. Y una vez, el monumento vencido, al
Una lindura esta poesía, Vivian! Sencilla y redonda...como la luna!
ResponderEliminar=)
Un abrazo fuerte
Me ha gustado por la sencillez.
ResponderEliminarBeso liso.
Precioso poema, Vivian. Un canto a la maternidad, como un rorro para adormecer al bebé. Un abrazo!
ResponderEliminarPero que belleza!!!!, delicado, cálido, dulce.
ResponderEliminarHola querida Vivian. Que sepas que te he nominado para el Blog Recognition Award. No soy mucho de nominaciones, sin embargo acaban de nominarme y como hay que nominar a blogs interesantes he pensado en el tuyo porque siempre hace que tenga más visibilidad. Si te animas, puedes recoger el premio en el siguiente enlace:
ResponderEliminarhttps://lascosasqueescribo.wordpress.com/2018/10/22/nominada-para-el-blogger-recognition-award-2018/
Es precioso!
ResponderEliminarMúsical, dulce y casi hipnótico por su sencilla belleza.
Muy a tono con mi aporte maternal😀
Gracas a ti por la generosidad de preparar este encuentro juevero.
Besos