LOS JUEVES UN RELATO: CANSANCIO MENTAL






Estaba cansada. Realmente era cansancio. Eso que te crece desde los pies hasta la punta del pelo y te inmoviliza.
Ya no había un por qué, ni  proyectos, ni sueños; ni borradores compartidos, ni lista de palabras que les gustaban, ni títulos posibles para la gran novela que juntas escribían.
Estaba cansada. Realmente era cansancio, aunque muchos le hablaban de depresión, de duelo, de tristeza por la pérdida, de desilusión por el abandono, de cuando alguien muere y esa ausencia  se siente como una estafa.
Estaba cansada. Ya no habría para quien escribir versos ni frases sueltas que entreveradas en una vieja galera, sorteaban para leer cada una a la otra.
"Las  sonrisas son para el verano"
"Como jamón para medialunas"
"Belle Ebook"
"Las Brujas ya salen"
"Te amaré si es viernes"
"Si es sábado es París"
"Nunca en Lunes"
"Como agua para el zapallo"
"Estas piernas se han hecho para abrazar"
"Besos y Arena"
"Tu cuerpo es una fiesta"
No quedaba nada más que cansancio.
Ella se lo llevó todo y en la librería de la esquina, un ejemplar de su novela, lucía en el escaparate. Ella, el amor de su vida,  la gran simuladora, lo había logrado: aquel proyecto acuñado por ambas  entre velas y vino chianti, era el más vendido.
Nada quedaba por escribir ni inventar. Nada tenía sentido. Así es cuando el cansancio de vivir, nos ahoga de tal forma, que no hace falta pasar página. 
Si te estafa y te miente quien más quieres ¿importa acaso volver a comenzar?
Está cansada. Nada fue fácil y creyó que ese era el precio de la felicidad, pero la felicidad solo existe, de vez en cuando, en las novelas. ¿Para qué escribir más mentiras que taparían otras mentiras, que nunca llegarían a demostrar que existe la verdad ni  por aproximación.?
Estaba cansada. No deseaba que el día acabara. No quería que otro día asomara como futuro.
Quería estancarse en ese cansancio hasta multiplicar el desgano y  su hipocresía.
Pestañaron sus ojos y un sueño liviano debilitó su mano.
La copa cayó y el fino estruendo del cristal contra la baldosa la sobresaltó. En las líneas de su mente escribió:
"Volverás a mi vera, y aunque pidas por mis besos,  mi boca no habrá de dártelos. Mi cuerpo muerto de pena, será el fantasma que no podrá decirte jamás,cuánto te amó."
Eran pasadas las 12 de la noche. 
El futuro, la devoró.












Comentarios

  1. Un dibujo borroso, difuminado o que se disuelve. A pesar de lograr el éxito soñado, la falta de esa otra parte, de esa vida que complementaba y sumaba, deja tal vacío en tu personaje que todo parece sobrarle en su vida.

    Me gustó mucho como lo has escrito.

    Saludos.

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  2. Logras instalarnos en el clima de cansancio de tu protagonista, tan desilusionada y amargada por la estafa emocional de la que fue parte y víctima que cree que merece desaparecer, que nada tiene ya sentido. Estupenda historia que bien merecería más desarrollo. El lector se queda con ganas... Muy buen síntoma!
    Un abrazo, Vivian. Que sigas bien.

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  3. Muy buena composición que traslada ese terrible cansancio hasta la mente de quien lo está leyendo.

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  4. Son los momentos en que hay que luchar contra ese cansancio.
    Un nuevo comienzo importa, es fundamental
    Bien contado.
    Un abrazo

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  5. El peor de los cansancios es aquel que tiene como origen una decepcion, una traición y la tristeza que de ellas se deriva. El cansancio aparece con fuerza y puede llegar a aniquilarnos.
    Un fuerte abrazo.

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